Encontré pocas motivaciones para escribir esta reseña, porque la verdad es que el Smack de mousse (50 gramos, 253 calorías) es un alfajor absolutamente anodino. Un alfajor de mousse genérico, parece. Si el Milka se destaca por su chocolate genuino y el Suchard por su muy buen sabor general, el Smack no se destaca por nada. Ni siquiera por ser malo.
El de la intrascendencia es un problema más o menos corriente para el que cata alfajores. En general la padecen aquéllos que son muy nuevos o poco conocidos. Bueno, por eso mismo son poco conocidos: porque no tienen ni identidad ni demasiada gracia. De manera que comerse un Smack es una experiencia agradable —nadie va a sufrir— pero adusta.
Me pareció curioso que el alfajor oliera a mousse de chocolate y no a baño de repostería o algo así. No estoy seguro de si sucede lo mismo con otros alfajores de mousse, pero creería que no. Huele a un mousse completamente normal, perfectamente reconocible y sin ninguna clase de irregularidad. No, al menos, para mi sensibilidad bruta.
La cobertura es de baño de repostería y es tan hermética como la mayoría de ellos. Delgada, discretísima, pero lo suficientemente amarga como para que al tragar persista en nuestro paladar el sabor típico de cualquier alfajor de mousse más o menos bien elaborado. En general la cobertura de esta clase de alfajores llama menos la atención porque la crocancia está dada por la galletita, que en este caso no es más ni menos dura que la del Suchard, según creo, y que tiene un saborcito aceptable.
Y en cuanto al mousse, deja bastante que desear, no sólo por su tacañería en lo tocante a la cantidad, sino por su excesiva dulzura y calidad discutible. A su favor tiene que no es tan rígido como otros, y que en cierta medida es bastante original, porque, como lo indica el envoltorio, tiene maní. No está mal la combinación; el gusto es decente, el maní se nota, pero al alfajor le aporta mucho menos de lo que le hubiera aportado un buen mousse de chocolate. Es, digamos, demasiado brilloso, cuando debería ser mucho más oscuro y profundo.
Un alfajor que no vale la pena, en definitiva. Pocas cosas justificarían que lo eligiéramos por sobre el Suchard o el Mika. Pero tampoco es una mala opción si andamos con antojo de alfajor de mousse y no hay otro que el Smack. Un perfecto meh.