Hace ya medio año, Diego Bittar hizo el primer intento de enviarme sus alfajores de Paraguay. Fracasó. Acá la aduana es muy recelosa, y quedaron varados. De esa encomienda que constaba de una docena de alfajores yo recibí, apenas, una notificación por carta. La docena volvió, un mes más tarde, a Paraguay, tal vez ya […]